¿Es habitual que tu perro te gruña protegiendo su comida cuando te acercas a ella?

Si la respuesta es afirmativa, tenemos una mala y una buena noticia para ti. La mala es que es muy posible que esté adquiriendo una conducta agresiva para proteger su alimento. La buena es que esta conducta es relativamente sencilla de modificar, especialmente si hablamos de cachorros porque los comportamientos repetitivos se afianzan a medida que pasan los años.

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¿Instinto o condicionamiento?

Si quieres corregir el problema es muy importante comprender qué es lo que da origen a esta conducta.

La primera pregunta que has de hacerte es: ¿esa agresividad aparece de forma instintiva o la has condicionado de forma inconsciente para originarla? Dependiendo de la respuesta, te hallarás en una posición de mayor o menor dificultad para ponerle fin.

El instinto es una reacción natural e involuntaria destinada a conservar la propia vida o la de los semejantes. En cambio el condicionamiento, que es consciente y voluntario, surge a partir de una serie de aprendizajes que se van asimilando a través del tiempo. 

Las diferencias entre ambos conceptos son claras, ¿verdad?, entonces… ¿el comportamiento agresivo de tu mascota para proteger la comida es natural o su origen se debe a un mal aprendizaje? La respuesta puedes encontrarla en cualquiera de estas causas e incluso, podría ser una combinación de ambas.

Ahora que tenemos claros los posibles orígenes de la mala conducta de tu mascota veremos las formas posibles para poder corregirla. 

Es importante recordar que el hecho de corregir las malas conductas de un perro puede entrañar cierta dificultad y, lo que es más importante, se corre el peligro de ser mordido, por lo que lo más adecuado es recurrir a un adiestrador profesional.

¿Cómo evitar que tu perro proteja su comida?

Ahora sí, vamos a por esos consejos imprescindibles para evitar que tu perro se muestre agresivo al proteger su comida.

1. Comienza a darle de comer en un espacio lo más amplio posible y si puede ser abierto mucho mejor, de forma que no se sienta acorralado.
2. Dale de comer de tu propia mano. Empieza a darle la comida con la mano cerrada y cuando deje de presionarte para quitártela, abres la mano y se la das con la palma abierta. De esta forma eliminarás la excitación y la ansiedad porque verá que solo le darás de comer cuando esté tranquilo.
3. Felicítalo con voz suave y calmada cuando coma como corresponde.
4. Cuando los pasos anteriores se transformen en algo habitual, es momento de darle de comer en su recipiente. Comienza con una pequeña porción de comida y si se abalanza sobre ella procedes a alejar el recipiente y a esperar hasta que se calme. Una vez que esté calmado repite la operación dejando el recipiente en el suelo.
5. Cuando coma con tranquilidad vuelve a felicitarlo, añade más comida y aléjate unos pasos para que se acerque a él.
6. Con el paso del tiempo se acostumbrará a que tu presencia es algo positivo, pues verá que si come calmadamente irás llenándole el cuenco con comida. 

Consejos finales para dar de comer a tu perro adecuadamente

• Mientras le das de comer no le hables, no lo mires a los ojos ni tampoco lo toques, de esta forma entenderá que el momento de comer debe ser sosegado y sin presiones.

• Registra en una libreta todos los pasos que vas realizando y el resultado obtenido en cada uno de ellos. Así tendrás un control de todo lo que has ido haciendo y comprenderás mejor dónde están tus aciertos y tus errores.

• En tanto le enseñas a comer correctamente puedes aprovechar para que se acostumbre a la palabra «suelta» utilizando sus juguetes preferidos para emplearla de forma positiva. Una vez aprenda su significado puedes usarla a la hora de comer.

Y este consejo es uno de los más importantes: no permitas que nadie le dé de comer sin tu supervisión, así impedirás que otra persona tire por tierra todo tu esfuerzo.